miércoles, 23 de julio de 2008

Ay flores, flores...


"Aprendí bien pronto a conocer mejor a esa flor. En el planeta del principito siempre había habido flores muy simples, adornadas con una sola hilera de pétalos, que apenas ocupaban lugar y que no molestaban a nadie. Aparecían una mañana entre la hierba y luego se extinguían por la noche. Pero aquella había germinado un día de una semilla traída no se sabe de donde y el principito había vigilado, muy de cerca, a esa brizna que no se parecía a las otras briznas...

- No debí haberla escuchado- me confió un día-; nunca hay que escuchar a las flores. Hay que mirarlas y aspirar su aroma. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no podía gozar con ello. No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba. ¡No debí haber huido jamás! Debí haber adivinado su ternura, detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla."

El Principito

3 comentarios:

Josep dijo...

Principitaaa!
Como está las cosas veraniegas por tu pequeño planeta?
Abraçades!

Rafa Suárez dijo...

hola!! bien por el principito. creo que es uno de esos libros catalogados como "infantiles" -mi otro favorito es "alicia en el país de las maravillas", como no podía ser de otra manera- que adquieren nuevas dimensiones con una lectura posterior. lo que no tengo tan claro es qué es mejor: la lectura de un niño o de un adulto. en todo caso cosas diferentes que permiten disfrutar en uno y otro tiempo.
un beso!

Gonzalo Marchena Marset dijo...

Ojazooos, que te parece recibir una entrada a tu blog desde el continente africano!!!

Pues aqui la tienes, desde un riad a las puertas del desierto del sahara te dejo un abracisimo de los mios, Nos vemos a la vuelta...mientras tanto...adelante con utopia!!!