miércoles, 3 de marzo de 2010

Me he dado cuenta de que sigo soñando contigo. Yo te abrazo y tu me haces reir. Intento que el último recuerdo tenga que ver con una comida fugaz de verano, y que el frío enero se borre de mi cabeza.
Luego otra vez todo es oscuro y me esfuerzo en pensar si ya era así antes de irte o si es que la lucha ahora transforma las pesadillas en abrazos.
La primavera parece no llegar nunca y la televisión basura se inyecta por vena. Los silencios son más gratificantes que las recriminaciones y el equilibrio es imposible como dirían Los Piratas. Es diferente estar sola que sentirse sola. Es diferente un ataque de estrés que un ataque de ansiedad. Es diferente querer que depender.

No hay comentarios: