El reloj es el enemigo

Hoy es uno de esos días en los que los segundos parecen horas y las horas días. Una mañana que en el trabajo es productiva, no se si por el exceso de aburrimiento que me genera una mayor concentración en la pantalla y una pereza más absoluta que nunca a apartar la mirada del ordenador y a hacer cualquier tipo de esfuerzo más allá que ir al W.C o a hacerme un cafe.

Elijo los conciertos más importantes de la semana, redacto unas normas básicas para manejar el blog del trabajo ante la llegada masiva de nuevos becarios a la oficina, hablo conmigo misma ya que con mis compañeros apenas hay relación más allá de dos palabras: buenos días. Cascos en los que ya no se ni que música ponerme. Arctic Monkeys y su nuevo disco, Editors y su nueva canción, pero no me apetece escuchar nada de eso hoy. Bostezo con el Indie y el Folk y prefiero sintonizar la radio.

Escribiría y escribiría sobre vanalidades en esta aburrida mañana. Al menos no me ha dado por meterme en mi misma y en mis penas, ni por recordar cosas tristes, flores mustias, musas desbancadas ni nada de eso. Simplemente cada minuto se hace eterno y no veo la hora de irme a casa a preparar una crema de zanahoria para comer.



"Sólo tienes que ver lo que está envuelto en belleza y escondido entre los segundos de tu vida. Si no te paras un minuto, puede que te lo pierdas" Cashback