Existe una raza de personas que deberían de vivir juntos en su propio país de regaliz: los superfelices. Y estoy harrrta de todos los que me rodean. Se puede tener un positivismo sano y se puede ser superfeliz. Los superfelices tienen un fondo oscuro, son siniestros y retorcidos. Tienden a retroalimentarse de la vida y pensamientos de los demás, haciéndoles sentir mal consigo mismos y con lo que les rodea, y de ahí precisamente es de donde les viene su puta felicidad fingida.
No quiero consejos baratos sobre pensar en las cosas buenas que me pasan mientras estoy despierta. No soporto a esa gente que caaaaada día se pone una frase relacionada con la felicidad. Y no, no me creo que en esa obsesión por buscar la felicidad consigan serlo en el día a día.
Hay que disfrutar y reir. Reir mucho. Y si toca, también llorar y estar mal. Solamente quiero a a mi alrededor a la gente que sea capaz de mostrarme sus sentimientos sean cuales sean. Con los que pueda reir y llorar. Los que sólo viven regocijándose en su felicidad que se queden en su casa bajo llave.
No quiero consejos baratos sobre pensar en las cosas buenas que me pasan mientras estoy despierta. No soporto a esa gente que caaaaada día se pone una frase relacionada con la felicidad. Y no, no me creo que en esa obsesión por buscar la felicidad consigan serlo en el día a día.
Hay que disfrutar y reir. Reir mucho. Y si toca, también llorar y estar mal. Solamente quiero a a mi alrededor a la gente que sea capaz de mostrarme sus sentimientos sean cuales sean. Con los que pueda reir y llorar. Los que sólo viven regocijándose en su felicidad que se queden en su casa bajo llave.
2 comentarios:
Vaya, menos mal que alguien se atreve a reconocer que todavía quedan trazos de humanidad en nuestro interior. Sentirse avergonzado por caer de vez en cuando en la melancolía o tener un día triste sin motivo aparente es pretender ser una máquina, una máquina sonriente que va vomitando consejos sobre como ser feliz y que se jacta de que los demás no consigan estar a su nivel. Sin embargo, tanta insistencia es sólo reflejo de incredulidad para con uno mismo, es construir una coraza contra los sentimientos. Quien se siente y se sabe feliz no necesita perder ni un segundo convenciendo a los demás.
uf, efectivamente, que pereza de personas...
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